Comienzo diciendo que
a este informe convendría no tomarlo más que como las alucinaciones
de un paranoico
Fui traído aquí hace
mucho tiempo, mas de veinte años, tal vez cientos mas, creo que fui
quitado de mi hogar, aunque no descarto la idea de que solo haya sido
creado con el fin de ser puesto en este lugar.
Cuando comenzó esto,
yo aun no estaba enterado de nada, aun el sistema lograba mantenerme
con los ojitos cerrados, pero tengo la posmonicion de en
momentos haber visto cosas fuera de su lugar.
Me inventaron una
historia muy completa, si uno la mira no falla por ningún lado, y
examinándola, antes que un error aparece el tedio, escribieron
milenios de acontecimientos perfectamente encadenados, y donde no es
así, solo se insinúa que la trama es mas compleja, o interviene la
suerte, o los platos voladores. Mentira, la historia no existe, o tal
vez ,si existe, la fueron escribiendo desde hace milenios reclusos
como yo, lo que creo que seria aun mas terrible.
Ahora, después de
mucho pensar, tengo un poco mas claro como se maneja esta prisión.
Entreabro los ojos, con
mucha pesadez, como si mis párpados pesaran cien kilos, estoy
tendido sobre una cama cubierto con una sabana blanca de algodón,
veo una sonda inyectándome suero en el brazo; siento un olor dulzón
como de alcohol o éter, y escucho murmullos lejanos. Oigo pasos que
se acercan, vuelvo a entreabrir los ojos y veo una mujer vieja,
vestida de enfermera, que me mira como con desprecio, e inyecta un
liquido en mi suero. No se más.
Esta fue la primera
visión clara que tuve, hace cierto tiempo, todo indica que estaba en
la cama de un hospital, muy sedado, y sin fuerza casi para abrir los
ojos. Esta visión, como todas las primeras no puedo precisar como la
tuve, no fue un sueño ni algo parecido, solo la fui encontrando en
mi cabeza, desarmada, como por pedazos, al principio con los días,
luego mas rápidamente.
Estoy caminando por un
pasillo, casi sonámbulo, sin tener poder de decisión sobre lo que
hago, solo puedo ver lo que entra por mis ojos, pero no puedo ni
siquiera pensar, voy en fila india, debemos ser unos veinte sujetos,
y siento una soga atada en mi muñeca derecha, veo que esta soga nos
ata a todos en la fila.
Tratando luego, cuando
termine de juntar y darle forma a las imágenes, de procesar lo que
había visto, descubrí que el que iba delante de la fila no era
igual a todos los demás, era un hombre corpulento que estaba vestido
ligeramente diferente al resto, vestíamos ropa suelta de algodón,
color verde agua.
Después de esto mis
visiones empezaron a ser mas frecuentes.
Tengo un leve estado de
conciencia, estoy en una gran sala, con ventanas altas en las
paredes, como las de las escuelas, desde afuera entra luz de día,
pero blanca y espesa, como de día nublado, hay otra gente en esta
sala, algunos sentados, otros deambulando lentamente, cada cual como
abstraído en su mundo; siento un extraño sabor en la boca, algo
amargo, me desagrada porque me recuerda a algún remedio.
Cualquier lector podrá
inferir desde hace unos párrafos que las descripciones que doy,
apuntan claramente a un sanatorio o institución similar, pero quiero
aclarar que tal vez ahora que lo escribo, después de haber visto
cientos de veces las imágenes en mi cabeza, lo puedo contar con
claridad; pero estas primeras visiones ni siquiera podía
relacionarlas ya que no ocurrieron muy seguidas en el tiempo.
Sobre el gusto a
remedio que sentí en mi boca, me ocupare mas adelante, ya que
bastante después me di cuenta de que se trataba.
Ahora estoy atado a una
cama de hospital con gruesas cintas de cuero, siento la cabeza
flotar, como si me hubiera emborrachado antes de acostarme. Aunque no
tengo ninguna manguera conectada a mi brazo veo en el marcas de
agujas.
Creo que volví a
dormirme y desperté cuando un enfermero me soltó las trabas de las
cintas con las que estaba atado y me llevo a una salita donde me
sentó en un banco contra la pared; parecía que estaba esperando por
algo, me esforcé por mantenerme despierto y vi salir por una puerta
de un panel que dividía la salita a otra persona vestida como yo, y
asomarse a un hombre calvo que le indico al enfermero que me haga
entrar a mi y se llevara al otro.
Lo que recuerdo de lo
que paso después es que el hombre este me empezó a revisar, me
abrió bien con los dedos los ojos para inspeccionar valla a saber
que, y luego me puso una mascarilla, presumo que con gas anestésico.
Una nota que habría
que estudiar:
El hombre pelado que me
estuvo observando, parece la estereotipación de un psiquiatra, al
igual que pasa con el enfermero. Tal vez, se me presentan así en las
visiones ya que es mi idea mental de un psiquiatra, un enfermero, o
un hospital. Creo que este detalle es importante, porque indicaría
que no vi estos hechos con propios ojos, sino que son como recuerdos
de cosas que nunca hice, pero como aclare al principio tampoco fueron
sueños.
Una
especulación bastante pobre:
Pueda ser que esto le
este pasando a quien verdaderamente soy yo, al dueño de la
conciencia que esto escribe; y quien esto escribe no viva mas que en
una alucinación que viene durando una vida.
Esto encaja, o no,
perro por lo menos rima con la explicación sobre el gusto a remedio
que varias veces sentí.
Estoy tragando algo,
una pastilla creo, recuerdo su sabor amargo; el enfermero me lleva a
un cuarto, se que es mi cuarto, me veo acostarme en mi cama y empiezo
a soñar, no se que; pero me veo en tercera persona, y se que estoy
durmiendo.
No me quiero arriesgar
a que yo soy el enfermero porque no estoy seguro de eso, y además
daría letra para que alguien busque una interpretación metafórica.
Estas visiones pueden ser cualquier cosa menos una alegoría.
Un enfermero del que
nada sé, en un hospital psiquiátrico del que parezco ser un interno
me da pastillitas para no soñar, o para no despertar. Como sea es un
fármaco que me mantiene cautivo, sin dejarme ver que hay afuera, si
hay algo.
Las visiones se
sucedieron.., se suceden; pero sin aportar mas datos que los ya
expuestos, dejo, para quien se atreva a seguir pensando la mas
reciente:
Estoy frente a una
computadora, en un rato debo acostarme, si afino el oído puedo
sentir pasos, son las pisadas de alguien corpulento, se que trae la
medicina y no puedo hacer nada para evitarlo, no se que pasara cuando
me duerma, ni menos cuando me despierte. Si es que lo hago.
de REFILÓN me esperaba
para ASPERJARME de luna
y hacer mi noche más larga
Y así canto o me lamento
por mi amargura y mi suerte
y ensayo estas SINALEFAS
de estrofas DELICUESCENTES